lunes, 16 de marzo de 2020

Ante la epidemia, mantengamos la Fe, la Esperanza y el Amor



Más que nunca hemos de abrirnos a contemplar el Misterio desvelado en la Cruz gloriosa de Jesucristo. Las medidas presentes y futuras nos obligan a mantener distancias. Cultivemos la cercanía de la oración. Oremos unos por otros, por quienes están padeciendo la enfermedad, por sus familiares y amigos, por el personal sanitario, así como por quienes trabajan por la contención en la propagación del virus.

Esta situación nos convoca a una creatividad pastoral para ayudarnos unos a otros a vivir la Cuaresma y la Semana Santa de una manera nueva. Los pastores somos especialmente convocados a una nueva entrega y creatividad en la manera de acompañar al Pueblo de Dios. Como ha dicho hoy el Papa Francisco: “Que el Pueblo de Dios se sienta acompañado por los pastores y el consuelo de la Palabra de Dios, los sacramentos y la oración”.

En este itinerario cuaresmal, carente de algunos signos litúrgicos comunitarios y de las expresiones de la devoción popular en la calle, estamos llamados a un camino aún más arraigado en lo que sostiene la vida espiritual: la oración, el ayuno y la caridad. Que los esfuerzos realizados para contener la propagación del coronavirus se acompañen del compromiso de cada fiel para el bien mayor: el cuidado de la vida, la derrota del miedo, el triunfo de la esperanza.

Por los enfermos contagiados por el virus, por sus familiares, por quienes están en cuarentena y por otros enfermos que ven afectada su atención por la prioridad de atajar la pandemia.

         Por los trabajadores de todos los Centros y Servicios Sanitarios y todos los servicios públicos.

         Por los Equipos de Emergencias, por los de Protección Civil y por las Fuerzas de Seguridad del Estado

         Por los Equipos de Pastoral de la Salud y por los voluntarios.

         Por las personas de riesgo: niños, mayores y enfermos crónicos.

         Por los padres, madres, abuelos y educadores.

         Por los que están viviendo esta situación de emergencia en soledad.

         Por quienes carecen de hogar o de lo imprescindible para vivir.

         Por las diversas autoridades públicas.

         Por los sacerdotes, los Monasterios de vida contemplativa y la vida consagrada, que con su oración y entrega siguen dando esperanza a todos los ciudadanos.



“Oh María, Madre de la Salud ruega por nosotros y por el mundo entero en esta hora de la prueba y aparta el azote de la epidemia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

HORARIOS DICIEMBRE 2024

 DOMINGO I DE ADVIENTO SÁBADO 30  18 H. VILLAOBISPO (Misa vespertina) DOMINGO 1 11 H. VILLAMOROS 12 H. VILLARRODRIGO 12 H. ROBLEDO (Celebr...