sábado, 22 de junio de 2019

Encuentro final Grupos de Lectura Creyente

Este miércoles 19 de junio fue un día especial para los que estamos integrados en los grupos de Lectura Creyente de la Unidad Pastoral. Nos encontramos los grupos de Villarrodrigo y Villaobispo para tener el último encuentro del año; hemos tenido otros dos, acompañando el ritmo del año litúrgico (en Adviento y en Cuaresma).

Este nos sirvió como evaluación del curso y como encuentro fraternal entre nosotros. Primero repasamos cómo habíamos vivido durante este año el encuentro periódico con la Palabra de Dios, que fue, en concreto, con los profetas del Antiguo Testamento.
Todos los participantes coincidimos en que, aunque son figuras muy alejadas de nosotros en el tiempo y en la cultura y que a veces nos resulta difícil su contexto histórico, sin embargo, gracias a las explicaciones de la guía y al diálogo en el grupo, terminamos conectando con su experiencia de fe y sintiéndonos interpelados por esa Palabra viva que encontramos siempre en la Biblia.



Después de la evaluación celebramos juntos la Eucaristía. Dimos gracias a Dios (eso significa Eucaristía) por tantos dones maravillosos que de Él hemos recibido, particularmente por el regalo de su Palabra viva y el regalo de los hermanos que en los grupos tanto nos han enriquecido con su experiencia vital y de fe. Ha sido una bendición que el grupo de Villaobispo se enriqueciera este año con los residentes de la Residencia Atardecer, que tanto nos enseñan y que disfrutan de esta actividad. Concelebramos los dos sacerdotes y asistieron casi todos los participantes de los dos grupos.



Finalmente, como hacía Jesús con sus amigos, compartimos la mesa en una cena llena de amistad, sana alegría, rica comida, bromas y cantos.



¡GRACIAS Y HASTA PRONTO!

martes, 18 de junio de 2019

REFLEXIÓN GRUPO DE CARITAS (DOMINGO 16 DE JUNIO)



Buenos días a todos. Representamos al grupo de Caritas de nuestra Unidad Pastoral, sacerdotes y voluntarios. El próximo domingo, que se celebra la fiesta del Corpus, es el domingo de la Eucaristía y de la Caridad, dos realidades que no pueden separarse en la vida de un cristiano. Es por ello que hoy, como el año pasado, se nos encomienda a nosotros dirigiros esta breve reflexión, preparada con nuestros sacerdotes, como ambientación para la Jornada de la Caridad.

Hemos terminado el tiempo de la Pascua con la celebración de la venida del Espíritu Santo en Pentecostés y hemos  vuelto de nuevo al  llamado tiempo ordinario. La Iglesia celebra hoy, una vez que Cristo resucitado ha vuelto al Padre y desde allí nos han mandado al Espíritu Santo, la solemnidad de la Santísima Trinidad. Hoy estamos invitados en la liturgia  dominical a acercarnos al ser de Dios en el que creemos, que no es un Dios solitario, sino una familia de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

No conocemos esto por medio de la reflexión, sino porque Dios se ha manifestado así en toda la historia de la salvación: como familia y comunión de amor, o sea la Santísima Trinidad. Así aparece en las lecturas que hoy se han proclamado. En la primera lectura del libro del Antiguo Testamento de los Proverbios, se nos habla de la creación, que es obra del Padre;  en la segunda lectura san Pablo entona un canto de alabanza a Dios, nombrando a las tres divinas Personas, por obra de Cristo estamos reconciliados con el Padre y el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado. Y en el evangelio según san Juan, Jesús promete que nos dará desde el Padre el Espíritu de la verdad,  que nos comunicará todo y que nos hace participar del mismo amor que une a Jesús con el Padre.

Podemos pensar que esto es un misterio, ¡y claro que lo es! Pero si cada uno de nosotros estamos hechos a imagen y semejanza del Dios Trinidad, que es  amor y comunicación, eso significa que sólo podemos ser felices, y llevar una vida plena, si realizamos nuestra vocación al amor y a la comunicación con los demás. 
Jesús vino a mostrarnos que el amor no es una palabra bonita, ni una idea sin más, sino que se ha de concretar en el servicio a los demás, especialmente a los más necesitados. Este amor real y concreto de Jesús lo vemos especialmente en la Eucaristía, en la que, por amor a nosotros, se hace pan y vino, dándonos su Cuerpo y su Sangre.
El mismo Señor que dijo “esto es mi cuerpo y esta es mi sangre” dijo “cada vez que disteis de comer a estos pequeños a mi me lo hicisteis”. Por ello el domingo de la Eucaristía es también el domingo de Caritas, que es el servicio organizado de las parroquias a quienes tienen más necesidad en nuestro entorno.

Los voluntarios de Caritas no ayudamos a una decena de familias de nuestros pueblos en nombre propio, sino en nombre de todos vosotros y gracias a vuestros recursos. Para este domingo próximo os pedimos la colaboración económica generosa a fin de que podamos seguir ayudando con vales alimentarios y otro tipo de ayudas, pero os pedimos también que sintáis Caritas como algo vuestro, y que si alguien siente la llamada a dar parte de su tiempo para mejorar la vida de los demás, se haga voluntario con nosotros.


Para terminar, así nos anima nuestro Obispo a celebrar el Día de la Caridad, en el Corpus Christi: “Nuestro culto a la Eucaristía, razón primera de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, es inseparable, por tanto, de la exigencia del amor fraterno, la caridad como actitud interior y como exigencia práctica y visible”

Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.




miércoles, 12 de junio de 2019

Reunión del equipo de catequistas

Aunque la tarde era más invernal que otra cosa, el fuego de la chimenea ayudó a sentirnos en casa. Era la primera vez que el equipo de catequistas no nos reuníamos en un salón parroquial, sino en una casa particular, que generosamente cedió una catequista. 

En el salón del hogar fuimos repasando la marcha de este curso que ha terminado. Los retos son muchos: ¿cómo lograr que las familias sean más corresponsables de la catequesis?, ¿cómo introducir a los niños en el lenguaje de la celebración?, ¿cómo dar continuidad a la catequesis después de las comuniones? 




Desde luego los retos son los mismos que tienen las parroquias de nuestro entorno y, al igual que ellas, no tenemos todas las respuestas. Pero juntos le dimos gracias a Dios por lo que Él nos ha permitido realizar, por los momentos buenos y los no tan buenos, por las ilusiones... incluso por los proyectos que quisimos pero no salieron....



Y, sobre todo, gracias por este magnífico equipo de catequistas. Porque ser catequista es un ministerio propio en la vida de la Iglesia; el/la  catequista es el transmisor de la fe en nombre de la comunidad cristiana, el que hace resonar (eso significa en griego catequesis) la Palabra de Dios en los niños y jóvenes.

Nos faltan cosas por hacer, hay mucho a mejorar... pero Dios sigue poniendo en nuestros corazones ilusión y alegría evangelizadora. ¡GRACIAS!

domingo, 9 de junio de 2019

PENTECOSTÉS


NECESITADOS DE SALVACIÓN

El Espíritu Santo de Dios no es propiedad de la Iglesia. No pertenece en exclusiva a las religiones. Hemos de invocar su venida al mundo entero tan necesitado de salvación.
Ven Espíritu creador de Dios. En tu mundo no hay paz. Tus hijos e hijas se matan de manera ciega y cruel. No sabemos resolver nuestros conflictos sin acudir a la fuerza destructora de las armas. Nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo ensangrentado por las guerras. Despierta en nosotros el respeto a todo ser humano. Haznos constructores de paz. No nos abandones al poder del mal.

Ven Espíritu liberador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas vivimos esclavos del dinero. Atrapados por un sistema que nos impide caminar juntos hacia un mundo más humano. Los poderosos son cada vez más ricos, los débiles cada vez más pobres. Libera en nosotros la fuerza para trabajar por un mundo más justo. Haznos más responsables y solidarios. No nos dejes en manos de nuestro egoísmo.

Ven Espíritu renovador de Dios. La humanidad está rota y fragmentada. Una minoría de tus hijos e hijas disfrutamos de un bienestar que nos está deshumanizando cada vez más. Una mayoría inmensa muere de hambre, miseria y desnutrición. Entre nosotros crece la desigualdad y la exclusión social. Despierta en nosotros la compasión que lucha por la justicia. Enséñanos a defender siempre a los últimos. No nos dejes vivir con un corazón enfermo.

Ven Espíritu consolador de Dios. Muchos de tus hijos e hijas viven sin conocer el amor, el hogar o la amistad. Otros caminan perdidos y sin esperanza. No conocen una vida digna, solo la incertidumbre, el miedo o la depresión. Reaviva en nosotros la atención a los que viven sufriendo. Enséñanos a estar más cerca de quienes están más solos. Cúranos de la indiferencia.

Ven Espíritu bueno de Dios. Muchos de tus hijos e hijas no conocen tu amor ni tu misericordia. Se alejan de Ti porque te tienen miedo. Nuestros jóvenes ya no saben hablar contigo. Tu nombre se va borrando en las conciencias. Despierta en nosotros la fe y la confianza en Ti Haznos portadores de tu Buena Noticia. No nos dejes huérfanos.

Ven Espíritu vivificador de Dios. Tus hijos e hijas no sabemos cuidar la vida. No acertamos a progresar sin destruir, no sabemos crecer sin acaparar. Estamos haciendo de tu mundo un lugar cada vez más inseguro y peligroso. En muchos va creciendo el miedo y se va apagando la esperanza. No sabemos hacia dónde nos dirigimos. Infunde en nosotros tu aliento creador. Haznos caminar hacia una vida más sana.

No nos dejes solos. ¡Sálvanos!

José Antonio Pagola

TERCER DOMINGO DE PASCUA (B)

              VOSOTROS SOIS TESTIGOS COMENTARIO  A LAS LECTURAS DE LA MISA Continuamos adelante en el camino alegre del tiempo pascual....