lunes, 28 de marzo de 2016

5 cosas que tenemos que pensar cuando nos preparamos para ir a misa




La preparación para la Misa tiene muchos aspectos. Como participamos de ella con todo lo que somos —cuerpo y alma, y ésta con todas sus potencias, y con nuestra historia, y nuestros vínculos—, hay una preparación integral que abarca cada dimensión. Sólo quiero dar unos breves consejos sobre algunos aspectos.

a) Prepárate con tiempo. Esto significa varias cosas: no esperes a que falten 3 minutos para salir de tu casa corriendo, especulando que “el padre siempre empieza tarde”.

Acuérdate de algo muy importante: el orden del tiempo expresa el orden de nuestros amores. Para las cosas que valoras, siempre estás listo mucho tiempo antes. Si no lo haces para la Misa, es probable que tu amor por Jesús en la Eucaristía necesite un “ajuste”.

Doblemente difícil —y por eso también, doblemente meritorio— es hacer esto para quienes tienen hijos pequeños, o padres ancianos. Pero, ¡cuánto valora Jesús esta preocupación del amor!

b) Prepara tu inteligencia: es bueno —y hoy contamos con muchos medios para eso— leer artículos o libros sobre la Misa. Nos hace bien y falta, nos da muchos más elementos para entender las cosas, nos permite percibir el sentido de los signos.

Tal vez no puedes hacer esta lectura cada semana, pero sí hay algo que siempre es posible: leer previamente el Evangelio que será proclamado. Mejor: leer todas las lecturas y rezar el Salmo. Te aseguro que llevarás una gran “ventaja” procediendo de este modo: entrarás mucho más fácilmente en sintonía con lo que Dios tenga preparado decirte. Hoy puedes hacerlo con tu Biblia —es lo ideal—, pero también con los muchos subsidios que se pueden adquirir, e incluso buscando en internet, y todavía más fácilmente con el celular. ¿Lo ves? No hay excusas.


c) Prepara tu corazón: la Misa es un momento de amor, de adoración, de gratitud, de contrición... Todos los sentimientos de nuestro corazón se encuentran en ella. Pero no es suficiente “activarlos” una vez a la semana... nos cuesta enormemente, como si tuviéramos un músculo adormecido.

Como un deportista que se prepara para la competencia semanal, tú también “entrena” tu corazón durante la semana, teniendo frecuentes y profundos momentos de oración.

Entrénate en pedir perdón, en aclamar, en postrarte ante Él... y cada semana será mucho más sencillo hacerlo con tus hermanos en la asamblea. ¿No será por esta falta de entrenamiento que te cuesta mucho y te cansa a veces una horita de celebración?


d) Prepara tu cuerpo: no vas a una fiesta de casamiento, ni a un cumpleaños.

Pero tampoco vas a ver un partido de fútbol, ni al gimnasio, ni a pescar.

Es bueno que encuentres tu propio estilo para ir vestido y aseado a la Misa, sin ostentaciones, sin buscar destacarte, pero con noble elegancia, de un modo acorde a la dignidad del gran Rey que vas a ver.

No dejes de preguntarte, además: ¿es este modo de vestirme modesto y pudoroso? ¿Hay algo en mí que pueda ser motivo de distracción o, peor aún, de pecado para quienes se sienten junto a mí o me vean ir a comulgar?

e) Lleva la semana:  un error sería ir a Misa y dejar en casa la semana vivida. O dejarla adentro del auto o colgada en la entrada del templo, como quien se quita un abrigo y lo deja en un perchero.

¡No! Tu semana, con cada detalle vivido, tienes que llevarla en tu corazón. Nada debe quedar sin ofrecer. En algún «huequito» de tu corazón, «pon» los rostros y las intenciones de cada persona que te cruzaste en el camino. Todo y todos tienen que ir a Misa. 

sábado, 19 de marzo de 2016

HORARIOS SEMANA SANTA 2016 UNIDAD PASTORAL



JUEVES SANTO: DÍA DE LA EUCARISTÍA Y EL AMOR FRATERNO

MISA DE LA CENA DEL SEÑOR


·         5: VILLANUEVA DEL ÁRBOL

·         5: ROBLEDO  DEL TORÍO

·         6: VILLARRODRIGO DE LAS REGUERAS

·         6: VILLAMOROS DE LAS REGUERAS

·         7 VILLAOBISPO DE LAS REGUERAS

  •   21: VILLANUEVA:  Rosario Buena Muerte 
  •     21: ROBLEDO: Rosario Buena Muerte
  • 21:30: VILLAOBISPO: HORA SANTA



VIERNES SANTO: ADOREMOS LA CRUZ SALVADORA


VÍA CRUCIS

  • 11: ROBLEDO
  • 12: VILLANUEVA
  • 12: VILLARRODRIGO
  • 12: VILLAOBISPO


     OFICIOS
  • 5: VILLANUEVA

  • 5: ROBLEDO

  • 6: VILLARRODRIGO

  • 6: VILLAMOROS

  • 7: VILLAOBISPO


SABADO SANTO VIGILIA PASCUAL DE TODA LA UNIDAD PASTORAL: ROBLEDO  DE TORÍO A LAS 21:30 H.

DOMINGO PASCUA


MISAS
  • 11: VILLAMOROS
  • 12: VILLARRODRIGO
  • 1: VILLAOBISPO
CELEBRACIONES DE LA PALABRA

  • 12: ROBLEDO
  • 1: VILLANUEVA

viernes, 11 de marzo de 2016

ENSAYO COROS PARA LA VIGILIA PASCUAL


Como en años pasados los coros de las parroquias se unen para cantar en la Vigilia Pascual de la Unidad Pastoral, que este año se celebrará en la noche del Sábado Santo (a las 21:30 horas) en la Iglesia parroquial de Robledo de Torío.

domingo, 6 de marzo de 2016

IV DOMINGO DE CUARESMA: VOLVER AL PADRE

EVANGELIO (Lucas, 15, 1-3.11-32) 

"En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: - Ése acoge a los pecadores y come con ellos.
Jesús les dijo esta parábola: - Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: «Padre, dame la parte que me toca de la fortuna». El padre les repartió los bienes.      
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. 
 Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo: «Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: Trátame como a uno de tus jornaleros».
Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo». 

 Pero el padre dijo a sus criados: «Sacad enseguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado». Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contestó: «Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud».
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre: «Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo, que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado».
El padre le dijo: «Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado»."





"EL OTRO HIJO"

Sin duda, la parábola más cautivadora de Jesús es la del "padre bueno", mal llamada "parábola del hijo pródigo". Precisamente este "hijo menor" ha atraído siempre la atención de comentaristas y predicadores. Su vuelta al hogar y la acogida increíble del padre han conmovido a todas las generaciones cristianas.

Sin embargo, la parábola habla también del "hijo mayor", un hombre que permanece junto a su padre, sin imitar la vida desordenada de su hermano, lejos del hogar. Cuando le informan de la fiesta organizada por su padre para acoger al hijo perdido, queda desconcertado. El retorno del hermano no le produce alegría, como a su padre, sino rabia: «se indignó y se negaba a entrar» en la fiesta. Nunca se había marchado de casa, pero ahora se siente como un extraño entre los suyos.

El padre sale a invitarlo con el mismo cariño con que ha acogido a su hermano. No le grita ni le da órdenes. Con amor humilde «trata de persuadirlo» para que entre en la fiesta de la acogida. Es entonces cuando el hijo explota dejando al descubierto todo su resentimiento. Ha pasado toda su vida cumpliendo órdenes del padre, pero no ha aprendido a amar como ama él. Ahora sólo sabe exigir sus derechos y denigrar a su hermano.

Ésta es la tragedia del hijo mayor. Nunca se ha marchado de casa, pero su corazón ha estado siempre lejos. Sabe cumplir mandamientos pero no sabe amar. No entiende el amor de su padre a aquel hijo perdido. Él no acoge ni perdona, no quiere saber nada con su hermano. Jesús termina su parábola sin satisfacer nuestra curiosidad: ¿entró en la fiesta o se quedó fuera?

Envueltos en la crisis religiosa de la sociedad moderna, nos hemos habituado a hablar de creyentes e increyentes, de practicantes y de alejados, de matrimonios bendecidos por la Iglesia y de parejas en situación irregular... Mientras nosotros seguimos clasificando a sus hijos, Dios nos sigue esperando a todos, pues no es propiedad de los buenos ni de los practicantes. Es Padre de todos.

El "hijo mayor" es una interpelación para quienes creemos vivir junto a él. ¿Qué estamos haciendo quienes no hemos abandonado la Iglesia? ¿Asegurar nuestra supervivencia religiosa observando lo mejor posible lo prescrito, o ser testigos del amor grande de Dios a todos sus hijos e hijas? ¿Estamos construyendo comunidades abiertas que saben comprender, acoger y acompañar a quienes buscan a Dios entre dudas e interrogantes? ¿Levantamos barreras o tendemos puentes? ¿Les ofrecemos amistad o los miramos con recelo?

Los creyentes no deberíamos olvidar nunca la crítica constante de Jesús a una «práctica religiosa», falsamente entendida como acumulación de méritos que nos asegura ante el juicio de Dios y que nos permite enjuiciar a los demás de manera despectiva y autosuficiente, despreciando su conducta y negándoles la acogida y el perdón."

miércoles, 2 de marzo de 2016

Celebración Jubilar cuaresmal con ancianos

Con los ancianos de la Residencia Atardecer y las hermanas ancianas de las comunidades de Villaobispo hemos celebrado este Año Jubilar de la Misericordia. Primero tuvimos la preparación durante una mañana de sábado, en la que conocimos el porqué de este año y qué significa para nosotros acercarnos a la misericordia de Dios.

Ya el pasado sábado tuvimos la celebración como tal. Primero una celebración penitencial con tiempo para recibir el perdón de Dios en la confesión individual. Igual que el hijo pródigo de la parábola nos espera, después de la reconciliación, el banquete, que es la Eucaristía.
pero primero, simbólicamente, entramos en procesión por la puerta de la capilla, que fue nuestra particular Puerta Santa o del perdón.

La celebración eucarística fue muy gozosa, ya que Jubileo es también júbilo, alegría, la alegría del perdón.


CUARTO DOMINGO DE PASCUA (B)

 TÚ ERES NUESTRO BUEN PASTOR COMENTARIO A LAS LECTURAS DE LA MISA      Este cuarto domingo de Pascua es conocido como el Domingo del Buen Pa...